El estoicismo nació hace más de 2000 en la antigua Grecia y, sin embargo, es una filosofía que actualmente está muy presente.
¿Cómo es posible que hoy en día nos sintamos identificados con sus enseñanzas? ¿Qué tengo yo en común con esos griegos y romanos que vivieron hace siglos? ¿Cómo puede ser que esta filosofía siga –y cada vez más- teniendo tanta fuerza?
LA FUERZA DEL ESTOICISMO
Lo primero que tienes que saber es que el estoicismo es una filosofía práctica, dirigida a la acción, enfocada a la vida. Está claro que desde la antigüedad la sociedad y las costumbres han cambiado, y con ellas la manera que tenemos de ver y enfrentarnos al mundo. Pero lo que no ha cambiado en todo este tiempo es la esencia del ser humano. Todo a nuestro alrededor está en continuo cambio y, aunque nosotros evolucionamos al mismo tiempo, nuestro sentir sigue siendo el mismo que hace miles de años.
El estoicismo es una actitud y un modo de acción que se adoptan frente a la vida, que pone el punto de mira en el interior del hombre y, a partir de ahí, es dónde empieza su relación con lo exterior, por eso es aplicable a cualquier contexto.
Los hombres y mujeres de la antigüedad sufrían, amaban, reían y gozaban de la misma manera que lo hacemos nosotros. Aunque estas emociones fueran provocadas por cosas distintas, el efecto era el mismo –porque nuestra naturaleza es la misma– y la gestión que hacían de ellas la podemos aplicar a nuestro día a día. Quizá las metas de los estoicos en la antigüedad fueran distintas a las nuestras, pero los caminos que seguían son, sin duda, aplicables para cumplir nuestros objetivos.

¿CÓMO PUEDE EL ESTOICISMO AYUDARNOS?
¿Has escuchado alguna vez la palabra ataraxia? Significa “tranquilidad del alma” y es uno de los objetivos que persigue el estoicismo. El estoico se preocupa por tener un ánimo imperturbable, que no se derribe con facilidad, y el camino para alcanzar esta firmeza es la gestión de las emociones.
A continuación te cuento algunas de las enseñanzas estoicas más prácticas para la vida y que pueden ayudarte en distintos ámbitos evitando que nuestras emociones nos sobrepasen:
ACTITUD DE SERENIDAD ANTE EL PORVENIR
Las preocupaciones pueden derribarnos el ánimo y hacer que nuestro foco de atención se desvíe, por eso, un buen estoico cuando siente que esto puede pasar lo primero que hace es analizar la situación. Antes de actuar, haz un balance, hazte las siguientes preguntas:
- ¿Qué está en mi mano hacer?
- ¿Qué está bajo mi control?
- ¿Hay algo que pueda hacer para cambiar la situación?
Si ante esta última pregunta la respuesta es sí, actúa. Si la respuesta es no, acéptalo, sigue tu camino, no dejes que algo que se encuentra fuera de tu alcance desgaste tu ánimo.
Epicteto resume muy bien este principio en su “Manual de vida”:
La felicidad y la libertad comienzan con la clara comprensión de un principio: algunas cosas están bajo nuestro control y otras no. Sólo tras haber hecho frente a esta regla fundamental y haber aprendido a distinguir entre lo que podemos controlar y lo que no, serán posibles la tranquilidad interior y la eficacia exterior.
DISTANCIAMIENTO DE LAS PASIONES E IMPULSOS
Todos experimentamos el ardor y la intensidad de las pasiones, pero llevadas al extremo son un gran peligro para nuestra estabilidad. Muchas veces nos nublan el juicio y nos alejan de la razón, de manera que al actuar estamos guiados por nuestros impulsos, como los animales, y no por nuestro razonamiento.
El estoico es consciente de esto, por eso evita dejarse llevar por el descontrol y el exceso que las pasiones e impulsos traen consigo y trabaja por llevar una vida guiada por su razón, que es lo propio de la naturaleza humana.
Domina el ímpetu de tus pasiones.
Marco Aurelio
IMPORTANCIA DEL CONOCIMIENTO
Cuanto más sabemos, más conscientes somos de todo lo que nos queda por aprender. Ten inquietudes, pregúntate, constrúyete, no te des nunca por satisfecho con lo que ya crees conocer. El estudio te ayuda a acercarte más a lo exterior y a lo interior, por tanto, será más fácil actuar cuanto más sepas y más te conozcas.
Muchos pudieron llegar a la sabiduría, si no se hubieran figurado que ya habían llegado a ella.
Séneca
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Hola Sara.
Buen artículo. Me gustaría saber más sobre lo que pones de que tus libros trata del Ser y no solo Existir. He leído algo sobre Heidegger que ahonda en la cuestión del Ser y me gustaría saber si tu libro es sobre eso. Por tu correo electrónico o un enlace al libro que lo veamos. Por lo demás el artículo desde luego va al grano y no se pierde en vaguedades. Gracias por él!!
Excelente artículo.
Gracias, Daniel!
Hola, Carlos! Disculpa que te responda tan tarde.
Lo primero gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado el artículo.
Te dejo aquí el enlace al libro, hay una pequeña descripción sobre lo que hay en él:
https://www.amazon.es/Sublimaci%C3%B3n-Sara-Caballero/dp/1796425036
Espero que nos sigamos leyendo! 🙂