Un hombre noble se compara y estima asimismo por una idea que es superior a él; un hombre mezquino, por una inferior asimismo. El primero produce aspiración; el otro ambición, que es a lo que un hombre vulgar aspira. -Marco Aurelio.
La barra que usamos para medirnos, dictamina hasta dónde estamos dispuestos a llegar en la vida.
Hay historia reveladoras sobre grandes empresarios de éxito que desde la más absoluta pobreza, trabajaron duro para poder ser reconocidos y llegar donde están.
En cambio, hay personas que nacen con un reconocimiento superior debido a las ventajas que recibieron por el hecho de nacer en un lugar y una familia determinada, que no consiguieron hacer nada por sí mismas.
En las entrevistas o meetings, cuando se les pregunta a los primeros cómo consiguieron llegar a donde están, la respuesta suele ser siempre muy parecida:
«Trabajé gratis acercándome a los más grandes durante años y aprendiendo de ellos. Quería conocer de primera mano cómo habían llegado hasta ahí las figuras más reconocidas para algún día, poder superarlas. Llegado el momento, fueron ellos quienes trabajaron para mí.”
La importancia de elegir el mentor correcto