La ira es un ácido que puede hacer más daño al recipiente en el que se almacena que cualquier cosa sobre la que se vierte. – Séneca.
Se dice que solemos ver en los demás aquello que llevamos dentro.
El odio, el resentimiento y los celos, solo hacen daño a quienes lo sienten, pues esas personas nunca podrán alcanzar la virtud.
Este sentimiento es como una serpiente venenosa que vive en nuestro interior y cada vez se va haciendo más poderosa. Se alimenta de nuestros gestos de amor y se adueña de nuestros pensamientos, de nuestras palabras, y por último, de nuestros actos.
Al final hay quienes acaban convirtiéndose por completo en esa serpiente, porque se adueñan por completo de su cuerpo y van reptando por la vida en busca de envenenar al resto.
No dejemos que eso nos ocurra
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