El estoicismo es una filosofía helenística que durante los últimos 20 siglos ha influido en la ética de distintas religiones y en el pensamiento de autores de toda la literatura occidental.
Pero no es la única fuente de pensamiento que ha alcanzado un importante impacto para cambiar el modo de vida de millones de personas.
Las filosofías japonesa y china han alcanzado un similar impacto en la cultura oriental y en este artículo lo vamos a descubrir.

Tabla de contenidos
EL ORIGEN DE LA CULTURA JAPONESA
A diferencia del resto de animales que tienen medios naturales para sobrevivir tales como garras afiladas, grandes colmillos, densas pieles o caparazones con armadura; los seres humanos tenemos la capacidad de relacionarnos entre nosotros y comunicarnos con mayor facilidad.
Esto hizo que desde nuestra época más primitiva nos asociáramos para sobrevivir.
En Japón, las interrelaciones personales están muy influenciadas por las ideas de «deber», «honor» y «obligación», conjunto conocido como giri (義理).

Fue precisamente con el budismo, la que marcaría junto al shinto (religión nativa de Japón), la influencia decisiva de la formación filosófica japonesa, predominando la corriente budista y su fusión con la parte tántrica, no obstante es importante para entender este artículo destaca lar las similitudes entre el budismo y el estoicismo.
EL CAMINO DE BUDA
Hace 2.500 años, el príncipe Gautama Siddhartha, conocido como Buda que significa “El Despierto” en sánscrito, emprendió una búsqueda para descubrir un camino que permitiera a cualquier persona acabar con el sufrimiento en su vida.
Siddartha nació en el reino de Kapilavastu, en el norte de la India (actual Nepal), en la dinastía de los Sakhyas. Era hijo del rey Sudodhama y la reina Maya Devi.
CUENTO: EL ILUMINADO
El padre de Gautama, Suddhodana, llamó a un sabio para que viera a su hijo. “Signos supernaturales indican que este recién nacido será un gran asceta o se convertirá en un gran Rey”, le dijo el vidente. Al escuchar estas palabras, Suddhodana decidió resguardar a su hijo del mundo exterior y lo confinó al palacio, donde lo rodeó de placeres y riquezas. Entonces sucedió lo inevitable. A pesar de los esfuerzos de su padre, Gautama un día salió del palacio.
Ese día vio cuatro cosas que cambiaron su vida para siempre: un anciano, un enfermo, un muerto y un renunciante. Al saber que las primeras tres no eran visiones extrañas sino el destino inevitable de todos los seres humanos, Siddartha se conmovió profundamente.
A los treinta años decidió renunciar al lujo de la vida de palacio para encontrar la respuesta al problema del dolor y del sufrimiento humano. Se acercó a su esposa y a su hijo que estaban dormidos y se despidió de ellos en silencio.
Primero se encontró con cuatro ascetas que practicaban sus disciplinas con mucha intensidad. Decidió unirse a ellos y llevar una vida de renuncia extrema en los bosques. Pero pronto llegó a la conclusión de que ese tipo de existencia no conducía a la paz y a la auto-realización, sino que simplemente debilitaba la mente y el cuerpo.
De aquí proviene otro de los puntos centrales de las enseñanzas del budismo: el sendero medio. De su experiencia en el palacio y en los bosques, Buda concluye que el camino no está ni en el extremo de los placeres sensuales ni en el de las austeridades y las penitencias.
Su extraordinaria intuición, el convencimiento pleno de que ese camino existía y su compromiso de encontrarlo pese a todo fue lo que le permitió a este príncipe llevar a cabo sus extraordinarios hallazgos.
Después de siete años de búsqueda, decidió sentarse en meditación con la inquebrantable determinación de no moverse hasta haber comprendido y realizado la verdadera naturaleza del Ser.
Mientras estaba en meditación profunda bajo una higuera conocida como el árbol de Bodhi (árbol de sabiduría), Gautama experimentó el grado más alto de conciencia llamado Nirvana. En sus propias palabras: «La realidad que vino a mí es profunda y difícil de ver o entender porque está más allá del pensamiento». A partir de su iluminación, Siddartha Gautama fue conocido como Buda, “el Iluminado”.

SIMILITUDES ENTRE ESTOICISMO Y BUDISMO
Buda no es considerado por los budistas un dios, sino un guía. Sus enseñanzas representan un camino para el despertar —Dharma—.
En el budismo, la distinción fundamental no es entre lo que es bueno y lo que es malo sino entre estar despierto o estar dormido.
Según el budismo, en la raíz de nuestro sufrimiento no estaría la maldad, si no la ignorancia, muy parecido al estoicismo, que desarrolla que la maldad es la ignorancia del bien.
Para Buda, existían cuatro nobles verdades en relación con el sufrimiento humano:
- Todo el mundo experimenta sufrimiento.
- Hay una causa que origina el sufrimiento.
- El sufrimiento puede ser eliminado.
- Existe un camino para acabar con el sufrimiento.
Es importante diferenciar dolor de sufrimiento. El dolor es inevitable porque es parte de la condición humana, mientras que el sufrimiento es una creación de la mente dualista.
BUSHIDO (武士道) «EL CAMINO DEL GUERRERO».
El concepto budista de «la vida es sufrimiento», lo relacionamos con la cita del emperador estoico Marco Aurelio quien dijo «La vida se asemeja más a la lucha que a la danza».
El arte de vivir es más parecido al de la lucha que al de la danza en la medida que, ante lo que le cae a uno de improviso, hay que mantenerse preparado y sin caerse.
Marco Aurelio.

Si analizamos las 4 virtudes del estoicismo: sabiduría, justicia, coraje y disciplina nos daremos cuenta la relación directa que hay entre esta filosofía y las 7 virtudes de este código japonés estricto y particular que exigía lealtad y honor hasta la muerte al que muchos samuráis entregaban sus vidas.
LAS SIETE VIRTUDES DEL BUSHIDO
義 Gi — Justicia o Rectitud
Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia. Para un auténtico samurái no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.
勇 Yu — Coraje
El coraje heroico no es ciego, es inteligente y fuerte. Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurái debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado y peligroso. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa.
仁 Jin — Compasión
Mediante el entrenamiento intenso y la meditación el samurái se vuelve rápido, fuerte y sabio. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos. Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.
礼 Rei — Respeto, cortesía.
Los samurái no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un samurái es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales. Un samurái recibe respeto no solo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurái se vuelve evidente en tiempos de apuros.
誠 Makoto — Honestidad, sinceridad absoluta.
Cuando un samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. No ha de «dar su palabra», no ha de «prometer», el simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. Hablar y hacer son la misma acción.
「名譽」Meiyo — Honor.
Es la virtud más importante de todas. El auténtico samurái sólo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones que toma y cómo las lleva a cabo son un reflejo de quién es en realidad. No puede ocultarse de sí. En caso de quedar mancillado, la única forma de restaurarlo es mediante el Seppuku o suicidio ritual.
忠義 Chugi — Lealtad.
Haber hecho o dicho «algo», significa que ese «algo» le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un samurái es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel. Para el guerrero, las palabras de un hombre son como sus huellas: puedes seguirlas donde quiera que él vaya.
MIYAMOTO MUSASHI Y LOS PRINCIPIOS DE LA FILOSOFÍA SAMURAI
Hijo de samurái, durante una de las épocas más violentas de la historia de Japón, los escritos le describen como un joven de carácter, con gran fuerza de voluntad, y físicamente muy desarrollado para su edad.
SUS COMIENZOS
Su tío insistió en que estudiase las artes del combate, y esto, unido a su desarrollo físico y su carácter violento, hizo que pronto se viese involucrado en combates. No se sabe si su inclinación hacia el Kenjutsu fue a instancias de su tío materno, o si su naturaleza agresiva lo acercó a la esgrima: «…Desde mi primera juventud mi corazón se inclinó hacia el Camino del Guerrero».

En 1605, Miyamoto Musashi, un samurai que había ganado fama como espadachín a la corta edad de 21 años, fue retado a duelo. El retador, un joven llamado Matashichiro, pertenecía a la familia Yoshioka, clan renombrado por su destreza en el manejo de la espada.
Ese mismo año, Musashi había derrotado el padre de Matashichiro, Genzaemon, en un duelo. Días después había dado muerte al hermano menor de Genzaemon en un duelo más.
La familia Yoshioka clamaba venganza.
Los amigos de Miyamoto Musashi olieron una trampa en el reto de Matashichiro y ofrecían acompañarlo al duelo, pero Musashi fue solo.
En sus anteriores enfrentamientos con los Yoshioka los había enojado presentándose con varias horas de retraso; esta vez, en cambio, llegó muy temprano y se escondió en los árboles.
Matashichiro arribó con un pequeño ejército.
Musashi llegará tarde como de costumbre, dijo uno de ellos, pero esa treta ya no dará resultado con nosotros.
Seguro de su emboscada, los hombres de Matashichiro se echaron y ocultaron en la hierba.
De repente, Musashi salió detrás de su árbol y gritó: «llevo mucho tiempo esperando». Saco su espada y de un rápido golpe mató a Matashichiro, y luego adoptó una posición de ángulo frente los demás hombres. Ellos se pusieron de pie de un salto, pero tomados por sorpresa, formaron una línea regular en vez de rodearlo.
Musashi recorrió simplemente la línea matando a los atónitos hombres uno tras otro en cuestión de segundos.
LA VICTORIA DE MUSASHI
La victoria de Musashi selló su fama como uno de los mejores espadachines de Japón.
Vagó entonces por el país en busca de retos apropiados. En una ciudad oyó hablar de un guerrero invicto llamado Baiken, cuyas armas eran una hoz y una larga cadena con una bola de acero en un extremo.
Musashi quiso ver esas armas en acción, pero Baiken se negó: la única forma en que podría verlos actuar, le dijo Baiken, sería librando un duelo.
Nadie había derrotado ni por asomo Baiken, cuyas armas eran insuperables: remolineando su bola en el aire para cobrar impulso, hacía retroceder a su víctima con un ataque implacable, para luego lanzarle la bola a la cara. El contrincante tenía que parar la bola y la cadena, y ocupado en ese breve instante Baiken le cortaba al cuello con la hoz.

EL RETO DE MUSASHI
Ignorando las advertencias de sus amigos, Musashi retó a Baiken y se presentó en la contienda de este con dos espadas, una larga y otra corta.
Baiken nunca había visto pelear a alguien con dos espadas. Además, en lugar de permitir que Baiken cargara contra él, Musashi atacó primero, haciendo retroceder a su enemigo.
Baiken dudó de arrojar la bola, porque Musashi podía desviarla con espada y la hoz con la otra. Mientras Baiken buscaba una oportunidad, Musashi le hizo perder de pronto el equilibrio con un toque de espada corta, seguido una fracción de segundo después con un lance de la larga atravesando y matando al hasta entonces invicto maestro Baiken.
LA PRUEBA FINAL DE MUSASHI
Años más tarde, Musashi se enteró de un gran samurái llamado Sasaki Ganryu, quien peleaba con una espada muy larga, arma increíblemente bella que parecía poseída por un espíritu guerrero.
Ese combate sería la prueba suprema de Musashi.
Ganryu aceptó el reto; el duelo tendría lugar en una pequeña isla cerca de la casa del samurai. La mañana del duelo, la isla estaba repleta. Un encuentro entre guerreros como esos no tenía precedente. Ganryu se presentó a tiempo pero Musashi llegó tarde, muy tarde. Pasó una hora, luego dos. Ganryu estaba furioso. Finalmente se vio que un bote se aproximaba la isla. Su pasajero estaba acostado, al parecer semidormido, y afilaba un largo remo de madera. Era Musashi.
Parecía perdido en sus pensamientos, contemplando las nubes. Cuando el bote llegó a la orilla, Musashi colocó una sucia toalla alrededor de la cabeza y saltó fuera, empuñando el largo remo más largo que la famosa espada de Ganryu. Este extraño hombre había llegado al principal combate de su vida con un remo por espada y una toalla por cinta.
Ganryu exclamó airadamente «tanto me temes que rompiste tu promesa de estar aquí a las ocho». Musashi no dijo nada pero se acercó. Ganryu desenfundó su magnífica espada y tiró la funda en la arena. Musashi sonrío: “Sasaki acabas de sellar tu ruina”. “¿Yo? ¿Derrotado? ¡Imposible!” “¡Qué vencedor sobre la tierra, abandonaría su funda al mar!«.
Esta enigmática observación solo enrojó más a Ganryu.
Musashi atacó entonces, apuntando su remo afilado directamente a los ojos de su enemigo Ganryu, que movió de inmediato su espada y la dejó caer sobre la cabeza de Musashi, pero falló, cortando en dos la cinta de toalla. Nunca antes había fallado. Casi en ese mismo instante, Musashi bajó su espada de madera y se la clavó a Ganryu en los pies.
Los espectadores se quedaron sin aliento. Mientras Ganryu avanzaba con dificultad, Musashi lo mató de una estocada en la cabeza. A continuación tras inclinase cortésmente ante los hombres que presidía el duelo, volvió al bote y se marchó tranquilamente como había llegado.
A partir de ese momento Musashi fue considerado un espadachín incomparable.

9 LECCIONES DE LA VIDA SAMURAI
Un conjunto de principios que preparan a un hombre o a una mujer para pelear sin perder su humanidad, y para dirigir y comandar sin perder el contacto con los valores básicos.
Es una descripción de una forma de vida, y una prescripción para hacer un hombre-guerrero noble, y como estos principios educan al samurái a enfrentar a la muerte cada día.
- Evita todos los pensamientos perversos.
- Forja el camino practicándolo tú mismo.
- Abraza todas las artes y no te limites a una sola.
- Conoce el camino de cada profesión, y no te limites al que ejerces.
- Aprende a distinguir las ventajas y desventajas de cada cosa.
- En todas las cosas, acostumbrarse al juicio intuitivo.
- Saber instintivamente lo que uno no ve.
- Presta atención a cada detalle.
- No hagas nada inútil.
Estos 9 principios de la filosofía samurai están recopilados en base a la enseñanzas del estilo de vida samurai medieval, y en estas citas podemos extraer su mensaje de una manera más práctica.
Una vez el guerrero está preparado para el hecho de morir, vive su vida sin la preocupación de morir, y escoge sus acciones basado en un principio, no en el miedo.
Si preparando correctamente el corazón cada mañana y noche, uno es capaz de vivir como si su cuerpo ya estuviera muerto, gana libertad en El Camino. Su vida entera estará sin culpa, y tendrá éxito en su llamada.
Cualquiera puede introducirse en lo más reñido de la batalla y morir. Es fácil para un patán, pero para un samurái es verdadera decisión justa en la ecuanimidad, y un verdadero valor saber vivir cuando ha de vivir, y morir cuando ha de morir.
La meditación sobre la inevitable muerte debe realizarse a diario, los estoicos también meditaban sobre la muerte cada día, eso hace que vivamos la vida dándole importancia a lo verdaderamente importante.
Cada día cuando el cuerpo y mente estén en paz, se debe meditar en ser desgarrado por las flechas, rifles, lanzas y espadas; ser arrastrado por impetuosas olas; arrojado a un gran incendio; golpeado por un rayo; sacudido a muerte por un gran terremoto; caer de peñascos de mil metros; morir de enfermedad, o cometer seppuku (harakiri) a la muerte del maestro.
Y cada día, sin falta uno debe considerarse muerto.
Hagakure. El camino del samurái, Yamamoto Tsunemoto, (1659-1720)
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Gran artículo. Recordando mis lecciones de cada día de práctica.
Gracias
Gracias Felix, en la repetición está la maestría compañero.
Me quito el sombrero, muy buen contenido. Me has despertado la curiosidad sobre musashi, un amigo me hablo de el hace un tiempo pero a través del manga vagabond el cual explica la vida del espadachín.
Excelente, comencé a leer y no me pude detener.
El contenido es para leerlo detenidamente para ponerlo en práctica.
Complacido de tener acceso a estas lecturas.
Gracias infinitas.
Me ha encantado, enhorabuena!!1
Sin más impresionado por este articulo y su fuerza. Ya había leído los principios por los k se basa el Samurai y me parecieron k tenían una gran similitud con el estoicismo…y me atrajo. Lo k mas m ayuda es su aplicación en la vida real y sobre todo la manera en k lo transmite y su fuerza!!!…mil gracias, es un placer seguiros cada día.
Muchas gracias Martín, juntos somos más fuertes.
Maravilloso artículo. ¡ Gracias!.🙏👏🏻
El budismo, hinduismo, sintoísmo etc …todas estas filosofías religiosas son una mera copia de una filosofía más antigua: el estoicismo helenista.
Me quedo,sin duda, con el estoicismo.
me interesa muchisimo, Pedro, que libros me recomiendas para empezar con el bushido y la filosofia de los samurais