¿Qué tienen en común Mark Zuckerberg, Tony Robbins, Barak Obama, Bill Gates y Steve Jobs entre otros?
Sí, posiblemente lo hayas acertado: todos tienen una rutina de mañana. Todos repiten un día tras otro los rituales que se han preestablecido. Los motiva, los enfoca y los prepara para cumplir con los propósitos que la vida les plantea.
Lo que hagas en esas primeras horas cuando te despiertas marcará la diferencia entre una jornada productiva o no.
En este artículo trataremos la importancia de establecer rituales pero desde la perspectiva estoica. Vamos a ello.

CREA TU RUTINA DE MAÑANA ESTOICA
Entre los hábitos de la mayoría de personas exitosas existen tanto un ritual matutino como nocturno. Para algunos es la meditación, para otros, el ejercicio. Para muchos, escribir un diario, sólo un par de páginas para plasmar sus pensamientos, miedos y anhelos. En estos casos, el punto no es la actividad sino la reflexión a manera de ritual. La idea es tomarse un tiempo para mirar hacia uno mismo y examinarse.
Al punto de levantarse el alba, piensa: ¿Qué me falta para la impasibilidad? ¿Qué para la imperturbabilidad? ¿Quién soy? ¿Verdad que no soy cuerpo, hacienda, fama? Ninguna de estas cosas, sino ¿Qué? Soy un ser racional. Entonces, ¿Cuáles son las reclamaciones?. Repasa lo que has hecho: ¿Qué normas trasgredí de las de serenidad? ¿Qué hice de poco amistosos, o de insociable o de ingrato? ¿Qué no llevé a cabo de lo necesario para eso?.
Epicteto. Disertaciones por Arriano.
No había rutinas especificas para los estoicos a realizar a lo largo del día, pero si que abogaban por tomarse un tiempo para uno mismo, tanto para empezar el día cada mañana como para terminarlo reflexionando sobre el día vivido antes de marcharse a dormir.
No sabemos si Marco Aurelio escribió sus Meditaciones por la mañana o la noche, pero sí sabemos que reservó momentos de tiempo a solas y en silencio, y que escribió para él y nadie más. Era en realidad su diario personal, por eso al leerlo no se ve un orden claro, sino que se repiten varias veces las mismas ideas y conceptos.
Epicteto también recomendaba a sus alumnos llevar un diario donde apuntar todo lo que les sucedía al cabo del día, teniendo que reflexionar al finalizar la jornada sobre lo acontecido.
Por las mañanas pregúntate, ¿Qué quieres lograr hoy? ¿Qué acciones tienes que realizar para lograrlo? ¿Qué objetivos tengo a corto, medio y largo plazo?, hazlo mentalmente o escríbelo en un pequeño diario; el simple hecho de plasmarlo en papel te hará reforzarlo interiormente ayudándote a centrar el foco de atención.
VISUALIZA TUS METAS
Visualiza como será tu día, desde el momento en que termines de escribir hasta que caigas en la cama para finalizar la jornada y cómo consigues todos los objetivos que te has propuesto. Repítete a ti mismo mantras, afirmaciones positivas: “Eres tus hábitos”, “La vida no se hace mas fácil, tú te haces más fuerte“, “Soy más de lo que aparento, toda la fuerza la tengo en mi interior”.

Además de plasmar qué queremos lograr y como lo llevaremos a cabo, la preparación inicial debe incluir también un momento de agradecimientos, de gratitud. Agradece lo primero que se te venga a la mente esa mañana, cualquier cosa, seguro que hasta la que te parezca mas mundana hay muchas personas que no la pueden disfrutar; el hecho de respirar y poder disfrutar de otro día, el hecho de salga agua caliente por el grifo, de tener una cama donde haber podido descansar.
Marco Aurelio agradecía en su diario el amanecer, veía en cada día una oportunidad para aprender y crecer.
Por último, al finalizar el día y antes de conciliar el sueño, pregúntate si alcanzaste los objetivos que te propusiste, y si te comportaste conforme a tus principios, con virtud como llamaban los estoicos. Rememora tu día paso a paso, ¿Qué hiciste bien? ¿Qué hiciste mal? ¿Te acercan a tus objetivos? ¿Que puedes mejorar?
REFLEXIONA Y MEJORA
Reflexionar sobre tu día te hará ser más consciente de si sigues el camino adecuado, si estás actuando conforme a tus valores y poder hacer auto crítica para poder mejorar.
Séneca hacia la analogía como si estuviera declarando delante de un tribunal, al llega al final del día rinde cuentas, aunque sea a ti mismo. El objetivo de esta reflexión no es castigarse por los errores, es mejorar.
Si hubieras fallado, tienes la nueva oportunidad al día siguiente de hacerlo mejor. Cómo Séneca decía “Por qué debo tener miedo de revisar mis actos si puedo simplemente decir: Te perdono, pero intenta no hacerlo de nuevo”.
- LAS DISCIPLINAS DE EPICTETO PARA UNA VIDA MEJOR - 19 septiembre 2020
- GESTIONAR EL TIEMPO: SÉNECA TE ENSEÑA COMO - 23 junio 2020
- CREA TU PROPIA RUTINA DE MAÑANA - 20 mayo 2020
Deja una respuesta