La adaptación hedónica es la culpable de que por mucho que compremos cosas no seamos más felices. Es un mecanismo psicológico mediante el cual, una vez saciado un deseo, otra necesidad ocupa su lugar y volvemos a estar insatisfechos como antes.
La adaptación o rueda hedónica se asemeja al comportamiento de un hámster corriendo en el interior de una rueda, siempre en el mismo lugar, sin importar lo rápido que vaya o el tiempo que esté corriendo.
LA RUEDA DEL RATÓN
Acaban de pasar las Navidades más extrañas que muchos de nosotros hemos vivido jamás. Medidas de prevención para evitar el contagio de un virus que afecta a la población mundial y pone en peligro la vida de muchas personas.
Este virus, además, ha sido el principal culpable de cierre de negocios, quiebras en locales físicos y episodios de estrés y ansiedad en muchas familias que ven temblar los cimientos de la vida de sus seres más queridos.
Aún así, no han faltado en las redes sociales las fotos llenas de regalos envueltos bajo el árbol. Los grandes almacenes hasta arriba de personas comprando más comida de la que seguramente vayan a consumir y muchos más bienes materiales de los que realmente vayan a disfrutar.

Caemos en las garras de la tentación de comprar cosas para sentirnos mejor, y aquí está la trampa de la sociedad de la que todos somos, en mayor o menos medida, presos.
Estas conductas no son adictivas porque nos hagan sentir felices. Estas conductas son adictivas porque NO nos hace sentir felices.
Compramos algo y lo disfrutamos durante un corto periodo de tiempo, pero después nos acostumbramos a tenerlo, nos aclimatamos y necesitamos algo más. Nos acostumbramos a experimentar esa sensación de cambio, de ser o tener algo novedoso, algo superior. Y vuelta empezar.
LA ADAPTACIÓN HEDÓNICA
Esto es lo que comúnmente se reconoce como adaptación hedónica. Un mecanismo puramente cognitivo y psicológico mediante el cual, una vez saciamos un deseo, otra necesidad ocupa su lugar y despierta en nosotros una insatisfacción como la anterior. Esta rueda compara el comportamiento humano con el de un hámster corriendo en el interior de una jaula, dentro de su rueda, siempre en el mismo lugar, siempre en la misma dirección.
Esta teoría expone cómo la gratificación de nuestros impulsos nos mantiene siempre en la misma posición independientemente de lo que compremos.
Tal y como indica el filósofo y escritor William B. Irvine:
Después de trabajar duro para obtener lo que queremos, perdemos interés de manera rutinaria con el objetivo de nuestro deseo. En lugar de sentirnos satisfechos, nos sentimos aburridos, como respuesta a la desgana, nos ocupamos en formar nuevos deseos, todavía mayores.
William B. Irvine
EL MITO DE SÍSIFO
El término « El trabajo de Sísifo», tiene su origen en un concepto similar al que trato de explicar.
Sísifo, en la mitología griega, fue fundador y rey de Corinto.
Fue eternamente castigado cuando, por orden de Zeus, Tánatos (es decir, lo que se conocía como la muerte) fue a buscarlo, y Sísifo se libró y lo engañó, poniéndole unos grilletes. Cuando estuvo de nuevo en Corinto, rehusó volver de forma alguna al inframundo, viviendo más años en la tierra hasta morir de manera natural una vez fue anciano.
A su muerte, en el inframundo, Sísifo fue obligado a cumplir su castigo, que consistía en empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera muy empinada, pero que siempre, antes de que alcanzase la cima de la colina, la piedra rodaba hacia abajo una y otra vez. Y así permaneció durante toda la eternidad, recorriendo siempre el mismo camino, sabiendo que nunca alcanzaría la satisfacción de llegar a la cima porque una y otra vez la piedra volvería a rodar cuesta abajo.

EL HEDONISMO INCONSCIENTE
La adaptación hedónica funciona como una adicción, la cual no se erradica con mayor poder adquisitivo, alimentos con más azúcares y grasas, mayor libertad sexual o productos cada vez más certificados y baratos.
El hedonismo inconsciente consta de una desordenada e irreflexiva militancia en valores que invitan a aspirar a placeres instantáneos y relativamente fáciles de obtener.
Sin indagar demasiado, yo misma he conocido a muchas personas de diversos lugares que, sin tener acceso a teorías de psicología avanzada, ni siquiera ensayos de sociología o filosofía, han llegado a la misma conclusión que diferentes estudios sobre el fenómeno que describo: tener más no aporta mayor felicidad.
¿Por qué entonces, nos cuesta TANTO comprender este hecho?
Principalmente a los más jóvenes, como si, llegados a cierta edad en la vida más cercana a la muerte, comenzáramos a comprender el verdadero sentido y utilidad de ésta.
¿No sería más fácil que lo comprendiéramos de antemano y dejáramos de darnos de morros contra un muro una y otra vez?
No se trata de conformarnos o acomodarnos en una situación mediocre, sin ambición ni propósitos por los que levantarnos cada día y luchar. Se trata de perseguirlos, siendo conscientes de la felicidad que ya poseemos en lo que tenemos, no dejando que ésta recaiga en las manos de la incertidumbre de si alcanzaremos o no dicho logro.
¿Las buenas noticias? Las adicciones pueden curarse, sobrellevarse y aprender a vivir con ellas sin recaer una y otra vez.
¿Las malas? Las adicciones con un protagonismo tan profundo y arraigado a nivel psicológico son más difíciles de combatir que aquellas con una naturaleza más somática, porque lo primero es ser consciente del propio comportamiento destructivo.
William B. Irvine explica esto en su libro El arte de la buena vida:

Conocemos al hombre o a la mujer de nuestros sueños y, tras un tumultuoso cortejo, logramos casarnos. Iniciamos la convivencia con el estado de gracia de los recién casados pero, al poco, nos encontramos contemplando los defectos del cónyuge y, no mucho tiempo después, fantaseando acerca de iniciar una relación con alguien nuevo.
William B. Irvine
Una vez más, cumplimos con ese supuesto deseo que cambiará nuestra vida para mejor, nos adaptamos a su presencia, y dejamos de desearlo o de encontrarlo tan útil, placentero o atractivo como al principio.
DESPERTANDO DEL HEDONISMO INCONSCIENTE
Según la filosofía clásica y la psicología moderna, una vez analizado el problema, podemos emprender el camino del remedio.
LA FUERZA DE VOLUNTAD
La fuerza de voluntad es un músculo que, si no se ejercita, se atrofia tal y como dice el psicólogo social Roy F. Baumeister.
Practicar “ayunos” de las redes sociales o de los impulsos primarios de comprar algo sin pensar para alcanzar la gratificación aplazada. Basta con alargar el tiempo desde que despiertas hasta que abres las notificaciones de tu móvil y en apagarlo un par de horas antes de irte a dormir. Aprende a vivir en modo avión.
Con los bienes materiales que desees comprar, haz lo mismo. Nunca lo hagas tras un primer impulso. Espera unos días y mira si realmente lo necesitas.
La gratificación aplazada, consiste en regular nuestros impulsos buscando obtener tranquilidad y bienestar de manera duradera, contrarrestando los riesgos de una gratificación instantánea, pero, la primera, no ofrece un placer instantáneo, por los que es más complicado desearla.
En estas últimas décadas, los modelos sociales han primado mecanismos de gratificación instantánea, consumismo de masas y marketing moderno, mientras que la sensatez, apoyada por la filosofía clásica y psicología moderna, han retrocedido en el tiempo y han pasado a un segundo puesto en el ranking de valores individuales y colectivos.
¿Cómo alcanzar esta gratificación aplazada?
A día de hoy, hasta el Instagramer que disfruta cuando reciben muchos likes por su selfie, pronto buscará más likes y se sentirá decepcionado si el número sigue igual.
El estudiante de matrícula de honor, se sentirá fracasado si solo saca un suficiente.
El empresario que pega un pelotazo, buscará pegar muchos más pelotazos cada mes.
TODO CUANTO ES, YA ES SUFICIENTE
Solo hay un rincón en el universo que con toda seguridad puedes mejorar, y ese rincón eres tú mismo.
Aldous Huxley
El planeta tierra es único.
Y solo hay un lugar que conocemos en el que existe vida dentro del universo, y es en este lugar increíble.
Por sí mismo, el planeta tierra nos brinda lo que necesitamos para sobrevivir.
Desde el día que naciste, tú también tuviste que ser increíble para recoger todos los requerimientos que se necesitan para estar aquí.
Piensa un instante sobre esto.
La complejidad de tu cuerpo, de tus tejidos y órganos. Tus formas, tus hormonas, las palpitaciones de tu corazón. Los miles de procesos automáticos que pones en marcha cada día, sin descansar ni un segundo. Y luego, dormir. Necesitas dormir. Como una máquina que pone el motor en reposo para enfriarse y volver a funcionar.
No me dirás que no es increíble.
Y nuestros sueños, nuestros anhelos, nuestra capacidad de crear e imaginar. Nuestra salud mental. Nuestros fallos de comunicación entre neuronas. Las enfermedades.
Como si, de pronto, la máquina comenzara a dar fallos de conexión y no sabemos de cuáles de las miles de unidades que contiene proviene.

Comenzamos a toquetear nuestro interior, acudimos al técnico de motor, vamos a que nos hinchen las ruedas, comprobamos el aceite, nos llevamos al taller a que nos miren los bajos, echamos agua en el limpiaparabrisas, cambiamos las bombillas, limpiamos los asientos de cuero…
Y después de todo, nos seguimos sintiendo como un vehículo 4×4 con la pintura resplandeciente y la sensación de que somos pura fachada.
Como si hasta el coche de tu abuelo del 1963 pudiera pasarte por la derecha y tú no supieras ni manejar la dirección del volante.
Eres increíble por el simple hecho de estar leyendo esto. Y completo. Estás completo.
Ya eras todo desde el día que naciste.
Venimos al mundo completos.
Y después de estar completos, comenzamos a vivir, dibujando y escribiendo la historia en miles de archivos que yacían blancos antes de que llegáramos.
Pero por algún lugar del camino hemos olvidado que ya somos lo que necesitamos, subimos el listón de lo que creemos que nos hará felices. Caemos en las garras de la tentación de comprar cosas para sentirnos mejor, pero nada de esto es cierto.
CREA TU PROPIA FILOSOFÍA DE VIDA
Para superar esta situación en la que a veces actuamos como Sísifo, tendremos que tener por bandera una filosofía de vida en el sentido clásico. El problema es que la concepción que tenemos de filosofía, se aleja bastante de la que trato de exponer como solución a este problema.
No hablo de un conjunto de teorías puramente intelectuales sin aplicación práctica, en la que debamos dedicar gran parte de nuestra vida a estudiar antiguos escritores y pensadores clásicos, emulando sus teorías y conclusiones, sin invitarnos a nosotros mismos a ponerlas en la práctica y desarrollar nuestro pensamiento más crítico.

Una filosofía de vida, consiste en cultivar una manera coherente de vivir, en la que estaremos preparados para resistirnos a espejismos de un placer malentendido, y de esta manera aprenderemos apreciar otras cosas y situaciones que nos aportan un bienestar y una tranquilidad duradera.
Unos principios y valores que rijan nuestro camino, para darnos cuenta de que no importa cuán idílica es nuestra vida para otros, lo crucial es cómo nosotros la percibamos.
Y una clave para la felicidad consiste en prevenir el proceso de adaptación hedonista, dando pasos para evitar dar por sentadas, una vez conseguidas, las cosas por las que tanto luchamos para obtener.
William B. Irvine
Es posible romper el maleficio de Sísifo, o salir de la rueda del hámster, es posible, dice Irving, perfeccionar una técnica interior para mantener vivo el deseo sobre las cosas que ya tenemos.
El mundo cada vez más rápido, más fugaz, más anhelado, más insatisfecho, tenemos como objetivo aprender a apreciar nuestra situación en cada instante. Y de esta manera, no es que vayamos a ver el vaso medio lleno, o incluso rebosante.
Tan solo, si aprendemos a tener unos principios y unos valores que rijan nuestra vida cuando tenemos menos, encontrando el equilibrio entre el estado fugaz de euforia y la profunda tristeza propia de la insatisfacción e incertidumbre, apreciaremos la abundancia.
Un coche mejor, una casa más grande, buenas prendas de ropa, sin pesar por no tenerlo.
Solo prestando nuestra bienvenida para cuando llegue. Pero no definiendo e identificando nuestro ser con etiquetas superficiales.
- COMBATE LA ADAPTACIÓN HEDÓNICA - 12 enero 2021
- MINIMALISMO EN EL ESTOICISMO - 19 abril 2020
Tanto tus artículos como todo lo que difundes en otras plataformas es genial, además de reflexionar me sirve como inspiración para querer ser mejor y aprender en todos los niveles. Espero muchos más artículos por aquí!
Gracias Andrea! Ya estoy trabajando en el siguiente. Es un placer escribir para personas que quieren profundizar y seguir aprendiendo. Un abrazo
Enhorabuena Lucía!!! Una maravilla de artículo. Recuerdo antes que siempre que iba a comprar algo me preguntaba si realmente lo necesitaba y curiosamente siempre resultaba que no jajajajaja.
Gracias! Realmente pasamos por alto una simple pregunta que evitaría algunos quebraderos de cabeza.
Gracias Lucia,tu articulo me ha servido para despertar del bombardeo consumista que nos transmiten a traves de los medios de comunicacion y apreciar lo que ya tengo ,un saludo .
Muy bueno el artículo, certero y útil. Gracias
Gracias Lucía, me gustó mucho tu artículo. Procuraré hacer ayunos intermitentes de redes sociales. Información muy interesante para no caer en la mansa rutina y valorar lo que tenemos. Además, me ha recordado a la Canción para un viejo amigo de Ismael Serrano y me he comprado el libro de La Buena Vida. Muy agradecido ; )
Gracias por recordarnos en esta voraz modernidad, lo realmente importante.
Hola Lucía! es inspirador y motivante leerte. valoro mucho estar conectado con personas como tu y el contenido que compartes, nos hace estar con los pies un poco mas en el suelo al plantearnos muchas de las cosas por las que actuamos de manera automática, dejándonos llevar por el torrente caótico que envuelve la sociedad de hoy en día. GRACIAS y estoy deseando leer el próximo. un saludo
Gracias Lucía, de lo mejorcito que he leído en los últimos meses.
Y que razón tienes!!!
De esta pandemia si algo he aprendido, es que todo es efímero, que las necesidades son básicas, y que se es feliz con muy poco.Ahh y que todo lo que hagas hazlo por ti, por ser tu mejor versión en todo, y sino no lo alcanzas, cada día es un día nuevo donde ponerlo en práctica y sentirte bien, sentirte vivo!!!
Me encanta leerte . Todo es apaciguador : real. Estoy aprendiendo muchísimo desde que he descubierto el estoicismo y lo aplico cada día en mi vida : poco a poco y quiero ser ejemplo . Me hace feliz . Ser mejor . Sigue así Lucia !!
Excelente articulo Lucía!
Gracias Lucia por ser como eres y través de tus escritos y tu tiempo, ayudarnos tanto cada día
. Es como siempre un placer leerte.
Me parece interesante el hecho de que debemos tener sumo cuidado con las cosas que consumimos para evitar entrar en esa carrera de la rata de la adaptación hedónica.
Mil gracias por el articulo Lucia y tus consejos, en especial en de “gratificación aplazada” que tratare interiorizar 🙂
Muy bueno el artículo, existen un sin número de temas filosóficos que me gustaría saber tu opinión, como el de la crisis existenciales, adaptarnos al cambio, entre otros.