ENTIENDE Y GESTIONA LAS RELACIONES SOCIALES DESDE LA PSICOLOGÍA Y EL ESTOICISMO.
En ocasiones nos perdemos a la hora de relacionarnos, sintiéndonos que no somos todo lo eficaces que querríamos e incluso que no nos mostramos tal y cómo somos, naturales y transparentes, sin disfraz.
Por ello, la psicología y el estoicismo proponen múltiples herramientas para aprender a ser asertivo, ser tú mismo y gestionar tus relaciones sociales en el día a día.
Lo que nos ocurre a veces es que nos polarizamos en blancos y negros, tendemos a pecar de “quedarnos cortos” o “pasarnos de largo” y encontrar esa escala de grises de equilibrio entre el “Yo” y “Los demás” se nos pone dificil.
Puede que haya muchas cosas que han cambiado desde la antigua Grecia, ahora bien, si algo se ha mantenido estable, es la realidad de nuestra sociedad: es inevitable, somos seres sociales y vivimos en comunidad.
Por tanto, resulta indiscutible la necesidad de aprender a gestionarnos.
Debes alternar solitud y multitud. La primera genera el deseo de compañía de otras, la segunda nos hace ansiar nuestra única compañía. Una será el remedio de la otra.
Séneca
¿QUÉ ES LA ASERTIVIDAD?
La sociabilidad es una de las características principales que tenemos como seres humanos. Es indudable que somos animales diseñados para vivir en sociedad y, de hecho, eso hemos hecho desde los tiempos que disponemos información.

Para los estoicos esto no era diferente. De hecho, el término Estoicismo proviene del lugar en el que Zenón comenzó, en el año 301 a. C., a dar sus lecciones en la Stóa poikilé (en griego Στοα, stoa, ‘pórtico’), que era el Pórtico pintado del ágora de Atenas. Pronto atrajo a numerosos seguidores, quienes, tras la muerte de Zenón, continuarían y expandirían su filosofía.
Como podéis ver, de hecho, gracias a esta capacidad social, a día de hoy disponemos de conocimientos que sin la comunicación entre generaciones, habrían quedado olvidados.
Por tanto, la asertividad se refiere a la forma de interacción que utilizamos en la comunicación con los demás, naciendo de aquí diferentes “estilos” que, tras ser estudiados por la psicología, se comprueba que no son igualmente efectivos.
EL PENSAMIENTO ASERTIVO
Para comunicar asertivo, debemos pensar asertivo.
Es decir, como ya nos advertían los estoicos:
La calidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos.
Marco Aurelio.
Y la capacidad social no escapa a estas leyes, puesto que por mucho que conozcas fórmulas maravillosas de comunicación, herramientas, protocolos o técnicas de habilidad social, si no eres capaz de acercarte a la situación desde pensamientos asertivos, tus emociones nublarán tu conducta.
Por ejemplo, si piensas que “Decir que No” conllevará terribles consecuencias y que además es una falta de respeto a tu ser querido, por mucho que tengas la habilidad para verbalizarlo, no querrás hacerlo y, en consecuencia, serás incapaz, no serás asertivo.
LA ACCIÓN ASERTIVA
Si bien es cierto que sin pensamiento la acción queda bloqueada, en ocasiones la limitación social no nace del pensamiento sino de la falta de habilidad social para llevar a cabo nuestro deseo.
Por desgracia, en la educación tradicional se nos forma en múltiples disciplinas, ahora bien, muy poco en la habilidad de generar relaciones sociales de calidad.
Quizá si Dale Carnagie y sus conocimientos de “Cómo hacer amigos e influir en las personas”, (cuyo libro recomendamos encarecidamente desde Diario Estoico) hubiera estado más presente en las aulas, nuestros vínculos se verían altamente fortalecidos y no tendríamos tantas carencias sociales.
Por tanto, una vez logremos pensar asertivo, nos quedará otra labor: aprender a actuar asertivo. Para ello hay distintas herramientas y técnicas que la psicología y el estoicismo pueden aportar a tu vida para potenciarte y lograr ser tu mejor versión social.
¿SE NACE SIENDO ASERTIVO?
Es muy curioso que nuestro cuerpo y biología se ha adaptado a lo largo de los tiempos para ser lo más eficaces posibles a todos los niveles, el darwinismo se ha encargado de ponerlo de manifiesto.
Igual de curioso es que, siendo la sociabilidad una cualidad tan genuina y necesaria en el ser humano, no nacemos con un “Programa de Sociabilidad” predeterminado.
Así es que la psicología ha demostrado que nuestra forma de relacionarnos con los demás, al igual que la mayoría de nuestras capacidades, es aprendida. Cada uno de los ambientes sociales que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida junto a nuestras experiencias en ellos, han determinado en diferentes porcentajes de influencia nuestra habilidad social, tanto a nivel de pensamiento como de conducta.

En conclusión, ¿se nace siendo asertivo? NO, la asertividad se aprende.
Esto en realidad es uan buena noticia, ya que todo aquello que aprendemos, podemos desaprenderlo y aprender en su lugar otras fórmulas de comportamiento (cognitivo, emocional y conductual) más adaptativas.
Al igual que nuestros estoicos aprendían en la Estoa, nosotros podemos aprender de infinitas maneras que la sociedad actual nos permite. Quien no aprende hoy día, es porque no quiere.
LOS DERECHOS ASERTIVOS
Como personas que conviven, solo por el hecho de ser personas y convivir en sociedad, seamos quienes seamos, seamos como seamos, disponemos de una serie de derechos que deben ser respetados por uno mismo y por los demás.

Lo entendido en la literatura sobre asertividad como Derechos Asertivos, no deja de ser una serie de “formas de pensar”, de creencias adecuadas a nivel moral que nos permiten actuar y comportarnos de forma asertiva sin sentir dolor o malestar emocional al hacerlo.
Haciendo un paralelismo con los valores del estoicismo: sabiduría, coraje, justicia y disciplina, los derechos asertivos nos sirven igualmente de guía para nuestras acciones.
En ocasiones no sabemos qué es lo correcto, y disponer de mentores o reglas que nos iluminen el camino hace que llegado el momento nos suponga menos esfuerzo entender y tomar buenas decisiones.
No es posible nombrarlos ahora todos, aun así, haremos un resumen de los principales:
- Tienes derecho a ser tratado con dignidad.
- Tengo derecho a ser el único juez de mis acciones.
- Tienes derecho a tener tus propias opiniones y creencias sin estar equivocado.
- Tienes derecho a cambiar de opinión.
- Tienes derecho a cometer errores.
- Tienes derecho a no dar explicaciones de tu conducta.
Y el más importante: Tienes derecho a NO ser asertivo.
Ser asertivo es una elección, aunque siendo justos, para elegir NO ser asertivo, debes tener la capacidad de elegir serlo. Por tanto este es solo un derecho aplicable a aquellas personas que trabajen en su crecimiento personal y logren su mejor versión social.
ESTILOS DE RELACIÓN SOCIAL
Lo primero de todo, explicar que los estilos no son cajas estancas, alguien no es “puramente” agresivo, pasivo o asertivo. Más bien debe entenderse como tendencias de comportamiento.
Como el estoicismo, necesitamos entender que “Ser Asertivo” y/o “Ser Estoico”, son ideales a los que debemos aspirar, ahora bien, nadie es estoico ni asertivo en el 100% de los casos. La idea es mejorar y lograr acercarnos cada vez en más ocasiones a ese ideal y ahí estaría la clave del éxito. No en la perfección, no en la etiqueta, sino en el trabajo y la disciplina para pretender ser nuestra mejor versión global, tanto personal como social.
ESTILO AGRESIVO
Tiende a correlacionar con posiciones de poder, aunque no siempre es así.
Es curioso como Marco Aurelio escapaba de este estilo a pesar de ser el emperador de Roma. Podemos verlo en algunas de sus reflexiones en el libro de Meditaciones de Marco Aurelio: “La delicadeza es una fuerza invencible cuando es sincera, sin afectación y sin disfraz. ¿Qué te sucederá con el más insolente de los hombres si tú te propones tratarlo con dulzura? ¿Si cuando el caso lo requiere, tú estás satisfecho de poder dar dulcemente buenos consejos y una sabia lección en el mismo momento que él se esfuerza en ultrajarte”.
Las personas que tienden a este estilo asumen los derechos asertivos de una forma dogmática, ahora bien, solo para uno mismo. Quizá desde cierto punto egocentrista, se es muy capaz de entender los errores propios pero empatizar poco con los ajenos.
La creencia popular es que son personas con alta autoestima, aunque muchas veces esta postura esconde mucho miedo y sentimiento de rechazo social.
A nivel emocional predomina el enfado, no aceptando las críticas, puntos de vista diferentes o cuestionamiento a su interés personal. Disponemos de un artículo en Diario Estoico, “Ira y estoicismo”, que profundiza en esta emoción, el enfado, y cómo domar al dragón.
A nivel conductual son personas enérgicas y bruscas, el tono de voz suele ser elevado y el lenguaje no verbal intimidante.
ESTILO PASIVO
En otro extremo, están las personas que entienden muy bien los derechos asertivos, pero solo las aplican para el otro, olvidándose de uno mismo.
Por ejemplo, no exigir un propio derecho “por no molestar” o “por no incomodar”. El bienestar del otro siempre se antepone a uno mismo.
La emoción que subyace es un enorme miedo, miedo a que los demás nos rechacen, lo que les obliga a desprestigiar sus propias opiniones, valores, decisiones y reglas de vida para aplicar las de otros. Así, se vive vendido a la “bondad” del de enfrente, puesto que si quieren aprovecharse de nosotros, no seremos capaces de defendernos.
A nivel conductual se evita el contacto ocular, se baja el volumen y, en resumen, nos escondemos y hacemos pequeños.
Una vez más, encontramos respuestas en las Meditaciones de Marco Aurelio: “Muchas veces me he preguntado con admiración cómo cada uno se tiene en más estima que a todos y, sin embargo, toma en menos consideración su propia opinión que la de los demás…. Respetamos más la opinión de los vecinos sobre nosotros que la nuestra propia”.
ESTILO ASERTIVO Y EL ESTOICISMO
En el equilibrio está la clave.
Las personas asertivas son capaces de compaginar el respeto por sus derechos junto a la empatía y el respeto por el derecho de los demás. Suele entenderse como un “sano egoísmo”, desde el cuál, evidentemente defendemos nuestra postura y opinión, pero siempre respetando al otro.

A partir de la siguiente descripción, pudiéramos entremezclar la persona asertiva con el perfil estoico: Son personas que no se sobre estiman, son realistas, conocen sus virtudes y también sus debilidades. ¿No tienen emociones de miedo o enfado cómo los otros estilos? Por supuesto, pero comedidas, gestionadas y actuando por tanto desde la virtud, los derechos compartidos y la calma.
Lo importante es que actuar de manera asertiva no nos garantiza el resultado, al igual que la actitud estoica defiende a través de la dicotomía del control, el resultado nunca depende de nosotros, ahora bien, si depende el actuar con virtud.
No pierdas el tiempo debatiendo como debería ser un hombre bueno. Sé uno.
Marco Aurelio.
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Excelsior!! Como siempre!!
De nuevo…muchas gracias.
Un abrazo,
Félix
¡Felix! Muchísimas gracias por tomarte el tiempo en dejar este comentario que carga las pilas y llena de motivación para seguir creando contenido.
Me alegro mucho te haya gustado 🙂
¡Un abrazo!
Wow, es impresionante todo lo que es necesario tomar en cuenta para mejorar como individuo y a su ves poder ser parte de nuestra comunidad, de gran ayuda si blog, Grácias.
me encanta, es inspirador y cada dia me ayuda mas el hecho de pensar asi, es tan bonito ver como poco a poco cambiando automatismos y ciertas formas de pensar van cambiando magicamente tantas cosas y lo mejor, soy yo el que hago la magia!!! muy fan, me encata el blog la comunidad todo!
Qué difícil es y qué mérito tiene explicar conceptos tan complejos como estos con tanta claridad. Todos los artículos que voy leyendo, incluido este, son de 10. Mi enhorabuena para todos aquellos quiénes escriben en Diario Estoico.
ERES UNA GRAN PROFESIONAL Y MUY EXPERTA EN ASERTIVIDAD ESTOICA…ME HA GUSTADO MUCHO TU EXPOSICION PERSONAL…