El artículo que estás a punto de leer, te servirá de guía para afrontar un diagnóstico de cáncer desde el estoicismo. Estrategias prácticas para afrontar los cambios físicos, emocionales y psicológicos durante el diagnóstico y su tratamiento.
No te quiero vender humo, las palabras que encontrarás aquí no te salvarán de la enfermedad pero sí te ayudarán a aceptarlo y verlo con una perspectiva diferente. Estoy tan segura de ello porque está escrito por alguien que ha pasado por ello hace apenas unos meses.

FRENTE AL DIAGNÓSTICO
En este punto empezarás a entender lo cerca y lo fácil que es asomarse al abismo de la muerte. Tienes una oportunidad increíble para empezar a vivir con esta premisa en tu vida: “Los días no son un día más, si no un día menos”.
Recordar que morirás y sentirlo tan cerca hará que te entren ganas de llorar y preguntarte por qué el destino te ha elegido a ti constantemente. Lo cierto es que no nos han enseñado a morir, ni a enfrentarnos a la incertidumbre, por lo que es normal que sientas que una noticia como ésta te aplaste por completo.
Una vez pasa ese primer duelo-transición en la que tragas saliva y tomas consciencia de lo que verdaderamente pasa, necesitas sobreponerte cuanto antes a este estado emocional y comenzar a disfrutar cada momento, a cambiar tu mentalidad y elegir ver la situación como un momento de mejora, de reparar tu cuerpo y mente.
Si tienes dudas respecto a tu diagnóstico en la página de La sociedad americana del cáncer puedes encontrar información muy valiosa relacionada con cualquier tipo de cáncer, a mi personalmente, me ayudó mucho.
FRENTE AL TRATAMIENTO
Lo primordial en este proceso es aceptar el tratamiento. El proceso de quimioterapia por sí solo no es doloroso pero sus efectos secundarios si que pueden serlo, elige tomártelo con actitud y con fuerza.
No puedo escapar de la muerte; pero ¿no puedo escapar del miedo? ¿Debo morir temblando y lamentando?
Epicteto.
En este punto la premisa más importante que deberías seguir es: “Cree en ti mismo más que nadie”. Confía en tu fuerza, pide ayuda si lo necesitas pero por sobre todo, trata de evitar lamentaciones en las que puedes quedar atrapado. No es lo mismo verbalizar cómo te sientes, que escuchar canciones tristes para llorar mientras te lamentas lo miserablemente que es tu vida. En esta etapa confiar en el proceso y verlo como algo que te está curando no te quitará las náuseas y los demás efectos pero te mantendrá mucho más sano a nivel emocional.
Esto es importante. Verbaliza. No reprimas. En el otro extremo, puede que sientas la necesidad de proteger a los tuyos y no contar cómo te sientes. Ellos estarán más tranquilos oyéndote hablar. No elijas el camino “fácil” de alejarte o evadirte (y menos con el abuso de sustancias) pues no solo te estarás haciendo daño tú, también a quienes te rodean.
En este caso, actuar desde la virtud, con valor y siempre como la persona como la que te gustaría ser recordada, es importante.

FRENTE A LOS CAMBIOS FÍSICOS
Al recibir tratamiento de quimioterapia o radioterapia, de manera general las personas sufrimos una serie de cambios físicos que para cada individuo serán diferentes.
Todo lo que vale la pena en la vida requiere de sacrificios y momentos difíciles: recuperar la salud vale la caída del cabello, la pérdida de peso y muchos otros cambios estéticos que pueden afectar gravemente a nuestra salud mental (y créeme puedes llegar a perder mucho autoestima si no recuerdas lo realmente importante en este proceso).
La enfermedad es un impedimento para el cuerpo, pero no para la voluntad, a menos que sea agradable. La cojera es un impedimento para la pierna, pero no para la voluntad; y repítete esto con respecto a todo lo que sucede. Porque encontrarás que es un impedimento para otra cosa, pero no verdaderamente para ti mismo.
Epicteto.
Enfócate en retomar tu salud, en eliminar primero la enfermedad; te estás reformando y convirtiendo en un ser fuerte.

FRENTE A LOS CAMBIOS DE HUMOR
La depresión asociada a procesos de quimioterapia es una realidad, esta debe ser tratada con los médicos y personal correspondiente.
Es una sensación de desespero, tristeza y muchas veces pérdida del sentido de la vida, esto es debido a la carga emocional que de por sí trae el diagnóstico más la efectos secundarios de los medicamentos aplicados: una bomba perfecta para sentirte con ganas de morir durante los días posteriores al tratamiento.

Para afrontar estos cambios emocionales, podemos utilizar la herramienta que nos brinda el estoicismo llamada dicotomía de control y debemos hacernos la siguiente pregunta:
¿QUÉ PUEDO HACER?
Reconocer los síntomas, entender que es normal y que pasará pronto. Intentar concentrarse en actividades como la lectura, pintura o incluso escribir pueden ayudarte a reducir esa ansiedad generada.
Intenta no quedarte hundiéndote en tus pensamientos, aunque los estoicos siempre reflexionan sobre sus pensamientos, estos pueden traicionarte y hacerte entrar en una espiral de negatividad y autodestrucción emocional.
Utiliza esos pensamientos a tu favor: compártelos. Redes sociales, asociaciones, hospitales, o un libro que no tiene por qué llegar a ver nunca la luz. Compartir y expresarte, hará sin duda, que encuentres un estado de calma superior.
9 CONSEJOS PARA AFRONTAR UN DIAGNÓSTICO DE CÁNCER DESDE EL ESTOICISMO
Por último te dejo estos consejos rápidos de como afrontar un diagnóstico de cáncer desde el estoicismo:
- Enfócate en lo que puedes hacer, ayuda a los demás.
- No te victimices, elimina el “por qué a mí”, elimina la queja. No uses tu enfermedad como excusa o como ventaja.
- Elige siempre la buena actitud, sonríe en el hospital, saluda al personal que te atiende, intenta mejorar la experiencia de algún paciente que esté al lado tuyo.
- Imagina lo pero que aún podría ser, como un método de buscar siempre sacar lo bueno de las cosas que pasan.
- Valora tu tiempo más que nunca, ya eres consciente de que morirás, dedícalo a hacer cosas que vayan con tu propósito.
- Agradece la vida constantemente, incluso en este momento de poca salud. Agradece a las personas que te están apoyando, reconocerles su esfuerzo, recuerda que ellos podrían elegir no acompañarte en este proceso y aún así están.
- Repite constantemente “soy fuerte, creo en mi”, o un mantra que te recuerde tu responsabilidad frente a esta situación.
- Aprende algo nuevo, la enfermedad te dará tiempo que antes ocupabas en otras tareas, úsalo no para la queja sino para educarte en algo distinto.
- Lee sobre estoicismo, saca los conocimientos que más te sirvan y aplícalos en tu vida.
Si has llegado hasta aquí agradecerte el tiempo que has dedicado a leerme y espero que este contenido te sirva si estás pasando por una situación así.
Si quedaste interesado en esta filosofía y no sabes por donde comenzar aquí tienes ejercicios para empezar en el estoicismo.
- AFRONTAR UN DIAGNÓSTICO DE CÁNCER DESDE EL ESTOICISMO - 11 mayo 2020
Que gran artículo, muchas gracias por el aporte sin duda alguna necesario y seguro que muy útil
Muy buena aportación y va a servir de mucha ayuda para todas esas personas que están pasando por esa difícil situación.
Este artículo es un rayo de sol para mí en este momento de mi vida. Muchas gracias.